lunes, 25 de mayo de 2015


 Foto: Internet.

Generación nomo y pank.
Por Blas Hernándezz

Antes cuando le preguntabas a un amigo o a algún familiar ¿Cuántos hermanos tienes? Te decían: “¡Uy! Tengo 8 hermanos, en los tiempos de mi mamá no había tele” o escuchabas frases similares. Por diferentes razones: educación, cultura, etc. Las familias eran más numerosas y por ende las mujeres asumían el rol de madre y de la crianza. 
Hoy en día y a lo mejor tú que estás leyendo este artículo has escuchado hablar o conoces familias compuestas a lo mucho por dos hijos. Existen mujeres que pasan de los 30 años que no han procreado y que son vistas por sus amistades o la familia como “bichos raros” y cada que se las encuentran en algún lugar son cuestionadas: “¿Y los hijos para cuándo?” como si fuese un requisito el ser madre.
Resulta que existe una nueva clasificación para este tipo de mujeres: “Generación Nomo” termino sustraído de las siglas de la frase en inglés: “Not mothers” y que ha tomado fuerza gracias a la asociación británica Gateway Women la cuál defiende los derechos de las mujeres a ser o no madres.
El antecedente principal de este concepto es el libro: Rocking the life unexpected escrito por Jody Day y quien es una de las fundadoras de la asociación antes mencionada.
Las llamadas mujeres nomo en su mayoría son personas con una profesión, que a pesar de tener pareja no está en sus planes dejar descendencia, tienen ocupaciones como el trabajo o los estudios que son prioridad antes que formar una familia.
Pero si a estas mujeres les gusta pasear a los sobrinos, o cuidar a niños ajenos se les llama generación pank (Tías solteras con dinero). Son muy tiernas, cariñosas y consentidoras. Cabe señalar que a este tipo de personas también se incluye la definición para el género masculino.
Muchas son las causas que pueden influir en este tipo de decisiones: status económico, vida social, o simplemente el no tener ese instinto materno. Sin embargo no debemos verlas mal, es necesario respetar las decisiones de los demás.
Cada quién ¿no?